No es fácil tener que escribir un relato semanalmente y que te salgan las palabras de una manera fluida y precisa. Cuando decidí crear mi blog lo hice porque me apetecía descargar todos mis pensamientos en un lugar, como una forma de desahogarme o de plasmar sentimientos y sensaciones.
Vivimos en un momento en que buscamos el sentido a todo lo que hacemos, un porqué a nuestro hechos y acciones; Quizás nos preguntamos demasiado porqué, cómo, dónde, en muchas ocasiones, si actuáramos más y pensáramos menos disfrutaríamos más de todos los momentos que la vida nos ofrece.
¿A qué quiero llegar con todo esto? A qué tenemos que disfrutar cada instante, impregnarnos de pequeñas o grandes sensaciones que nos llenen, que nos hagan ricos en vivencias… ¿Cómo cuáles? Un viaje, respirar el sol, la luz, los colores vivos que hacen inolvidable un lugar, las risas con la personas que quieres, un café que nos reactiva, un chapuzón en el mar, en definitiva esas pequeñas sensaciones que hacen grande tu mundo, o mejor dicho, esas grandes sensaciones que nos hacen estar vivos.
Y todo esto en silencio, con nosotros mismos, ya lo decía Octavio Paz:
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
Y tras todo esto… El silencio.
Pues eso queridos míos, disfrutad del silencio, del color, del olor a azahar, de la luz del sol, del sonido de una risa, del sabor de un buen café y en definitiva de lo bonito que nos ofrece la vida.
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